ALIMENTO DIARIO

  • "¿Qué medicina debo tomar?"


  • febrero 4, 2011
  • No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Proverbios 3:7No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Proverbios 3:7


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    En un país como Venezuela, donde las personas tienen recursos limitados, es costumbre que cada uno se auto medique sin ir a consultar al médico. A veces, al hacerlo, pasamos por alto un problema serio, o nos rehusamos a creer que tengamos algo serio.

    Lo mismo puede suceder con nuestra salud mental y espiritual.

    Dado que todos somos pecadores, todos tenemos una enfermedad espiritual. Y, como somos humanos, no tenemos remedios que puedan auto ayudarnos. Pero en vez de buscar una solución positiva y poderosa para nuestra situación, preferimos seguir el consejo de quienes pueden ayudarnos tanto como nosotros mismos.

    Sin reconocer la causa verdadera de nuestros problemas, sufrimos la enfermedad terminal más común que existe en los seres humanos: el egoísmo.

    En contraste con lo que nosotros no podemos hacer por nosotros, Dios envió a su Hijo Jesucristo, cuyo sacrificio hace posible que él se haga cargo y sane la plaga del pecado que nos mata en esta vida y para la eternidad.

    El tratamiento consiste en tener la fe que nos trae dosis constantes de perdón. Éste es el único remedio efectivo que puede aliviar el dolor y restaurarnos la salud espiritual. Y, aunque nos parezca mentira, este remedio, que Jesús compró al derramar su sangre, está a nuestra disposición en forma gratuita.

    Ese es el mensaje que los cristianos siempre han compartido, y es el mensaje que Cristo Para Todas Las Naciones comparte con el pueblo de Panamá. Pidamos que el Espíritu Santo toque los corazones de muchos para que crean en el Salvador y utilicen la «medicina» que él ganó para nosotros.

    ORACIÓN: Mi amigo Jesús, siempre pensé que para estar bien todo lo que necesitaba era tener buena salud y dinero. Pero ahora me doy cuenta que estaba equivocado, pues lo que realmente necesito es tu perdón, tu restauración, y la certeza de la salvación que sólo tú puedes darme. Concédeme esto, Señor. Amén.

    Biografía del autor: Esta devoción fue escrita por el Prof. Marcos Kempff, quien durante varios años colaboró con la Oficina de Cristo Para Todas Las Naciones en Panamá.

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