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ALIMENTO DIARIO
Isaías 43:1-7Isaías 43:1-7
El otro día, un pastor me envió una foto de un trozo de granizo. Tenía el tamaño de una pelota de softball… o sea que sólo por eso ya era peligroso, pero además no era redondo y lisito, sino que tenía unas puntas que le sobresalían por todos lados, como los mazos de la época medieval.
Junto con la foto, el pastor hacía la pregunta: ‘¿Qué viene después?’
En el Pacífico, los terremotos y las advertencias de tsunamis se han convertido en algo común. La economía de Japón ha sido sacudida por las consecuencias del tsunami, y los reactores nucleares han estado en grave peligro. En diversos lugares del globo los vuelos han tenido que ser suspendidos o desviados por las erupciones de volcanes.
Entonces nos preguntamos: ‘¿Qué viene después?’
En algunos lugares como Iowa, el maíz, que en esta época debería estar casi a la altura de los hombros, ya ha sido resembrado 3 veces. Ríos que normalmente están secos, ahora están inundados, y lugares que siempre están verdes durante el verano, se han quemado totalmente.
La mitad de la ciudad de Joplin, en Missouri, ha desaparecido. Minot, en Dakota del Sur, está bajo agua, y St. Louis, también en Missouri, ha tenido un récord de advertencias de tornados.
¿Qué viene después? No lo sé. Lo que sí sé, es que el Señor va a estar también en lo que venga. Sé que aquél que envió a su Hijo como el precio del rescate por la salvación de nuestras almas, va a estar allí. Dios está con nosotros, y va a estar con nosotros hasta el fin.
¿Qué viene después? No lo sé… pero Isaías nos da un indicio. Él escribió: «No temas, Jacob, porque yo te redimí; yo te di tu nombre, Israel, y tú me perteneces. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni las llamas arderán en ti. Yo soy el Señor, tu Dios. Yo soy tu salvador, el Santo de Israel. Ya he pagado por tu rescate a Egipto, Etiopía y Sebá. Ante mis ojos tú eres grandemente estimado y digno de honra. Yo te amo, y por ti y por tu vida daré hombres y naciones. No temas, que yo estoy contigo. Del oriente traeré a tus descendientes, y del occidente volveré a juntarte. Al norte le diré «Entrégamelos», y al sur le diré «No retengas más a mis hijos; trae a mis hijas de los confines de la tierra, a todos los que llevan mi nombre. Yo los he creado. Yo los formé y los hice para gloria mía.»
Qué viene después. Quizás problemas, pero ciertamente siempre estará la presencia y el consuelo de nuestro Dios de gracia.
ORACIÓN: Señor, te pedimos que nos proveas con el clima que corresponde. Acompaña a quienes viven del fruto de la tierra y el mar. No sabemos lo que nos espera, pero te pedimos que siempre podamos reconocer tu presencia, tu cuidado y tu apoyo en cada momento de nuestra vida. En el nombre de Jesús. Amén.
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