ALIMENTO DIARIO

  • "Recuérdame"


  • enero 20, 2009
  • Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación. Salmo 106:4Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación. Salmo 106:4


  • El nombre que figuraba en el certificado de nacimiento no era Adam, sino Irvin. Aunque eso ya no es importante, porque ese joven, sea Adam o Irvin, desapareció hace muchos años.

    La última vez que fue visto en su pueblo en Kansas fue cuando tenía 11 ó 12 años, y de eso hace casi diez años. Adam ha estado desaparecido durante diez años, y nadie se ha dado cuenta.

    Aunque parezca mentira, los padres adoptivos de Adam nunca contactaron a la policía porque pensaron que se había fugado para vivir con sus padres biológicos. Dijeron que se habían preocupado mucho, pero aún así no llamaron a la policía. La desaparición de Adam se descubrió cuando alguien llamó a la Unidad de Niños Explotados y Perdidos. Desde entonces, todos han estado, y siguen buscando, al joven.

    Junto con nuestras oraciones por Adam, debemos dar gracias a nuestro querido Padre celestial quien, al vernos perdidos en pecado y separados de su familia, hizo todo lo que era necesario para traernos de vuelta.

    Jesús vino al mundo para buscar y salvar a quienes estaban perdidos. Como uno de nosotros, Él cumplió las leyes que habíamos traspasado y resistió los pecados que nos habían seducido. Y para que la muerte nunca nos pudiera separar de nuestro Padre, el Salvador dio su vida en la cruz del Calvario.

    Gracias a él, todos los que creen en Jesús como su Salvador han sido reunidos con su Padre en el cielo.

    Parafraseando las palabras del Salmista podemos decir: «Te doy gracias porque te has acordado de mí, Señor, porque nos has mostrado tu misericordia y nos has ayudado y salvado».

    ORACIÓN: Querido Señor Jesús, gracias por haber venido a encontrarme cuando estaba perdido y por haber dado tu vida para que yo pudiera vivir. Te pido que envíes tu Espíritu para que restaure a quienes están separados de sus familias terrenales y eternas. En tu nombre. Amén.