ALIMENTO DIARIO

  • "Resistan al diablo"


  • noviembre 5, 2009
  • Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4:7Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4:7


  • Todos conocemos el pasaje de Santiago que dice: «Resistan al diablo, y él huirá de ustedes». No hay muchas personas, incluyendo a la Eva de la Biblia, que se esfuercen mucho por resistir al diablo.

    En contraste con la historia de Eva, está la historia de una mujer de 26 años que se estaba dando un baño el miércoles en la tarde, cuando vio que su gato se había metido en el cuarto de baño, algo totalmente inusual, ya que ese gato jamás se acercaba al agua.

    Intrigada, la mujer se vistió y salió del baño para ver si pasaba algo. Cuando llegó a la sala vio a un hombre extraño parado al lado de su hijo de 4 años que estaba dormido en el sofá.

    A los gritos amenazó con llamar a la policía, pero el ladrón la golpeó en la cabeza. Si hubiera sido una película, la mujer se habría quedado paralizada en una esquina, o se habría desmayado, o habría corrido buscando ayuda.

    Pero no. Esa mujer sabía cómo resistir al diablo, por lo que agarró el bate de béisbol de plástico de su hijo, y empezó a golpear al ladrón con toda su fuerza, furia, y rapidez. Lo golpeó con tal intensidad, que finalmente el ladrón decidió huir.

    Si Eva hubiera golpeado así a la serpiente y a Satanás cuando comenzaron a tentarle a pecar, el mundo sería un lugar mucho mejor de lo que es. Pero no fue así.

    Sin embargo, los que hemos sido redimidos, los que hemos visto la valentía del Salvador, somos bendecidos con el aliento que Dios nos da de permanecer firmes contra la maldad del mundo y las tentaciones de Satanás.

    Dios nos invita a ser valientes. ¿Cómo? Nuestra resistencia al mal no debe ser pasajera o esporádica. Cuando decimos: «¡no!» al diablo, debemos decirlo con firmeza y determinación total.

    ORACIÓN Querido Dios, perdónanos cuando somos débiles en resistir al diablo y sus tentaciones. Envía tu Espíritu Santo para que nos dé fuerzas para mantenernos firmes en nuestra fe en el Salvador que dio su vida para que fuéramos perdonados y salvos. En el nombre de Jesús. Amén.