"Soportando las críticas"

Jesús entró en una casa, y de nuevo se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. Cuando sus familiares lo supieron, fueron para llevárselo, porque pensaban que estaba fuera de sí. Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «A éste lo domina Beelzebú. Y expulsa a los demonios por el poder del príncipe de los demonios» (Marcos 3:20-22).Jesús entró en una casa, y de nuevo se juntó tanta gente, que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. Cuando sus familiares lo supieron, fueron para llevárselo, porque pensaban que estaba fuera de sí. Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían: «A éste lo domina Beelzebú. Y expulsa a los demonios por el poder del príncipe de los demonios» (Marcos 3:20-22).

«Parece que se te zafó un tornillo … .» «Estás mal de la cabeza … .» «Estás más loco que una cabra … .» Sin duda alguna, todos hemos escuchado alguna de estas frases por lo menos una vez en nuestra vida. Estas frases tan populares hacen referencia a que una persona está de alguna manera «loca» o, para decirlo de una forma más educada «está fuera de sí».

Si bien en el texto para hoy la familia de Jesús utiliza esta expresión para indicar que Jesús está agotado, cansado y exigiendo a su cuerpo más de lo que puede resistir, los escribas la distorsionan para decir que Jesús en realidad está poseído por Satanás y actuando bajo su influencia. Esto no es nada nuevo. Jesús constantemente sufre los ataques y las críticas de sus adversarios que buscan a toda costa desacreditar su mensaje. Lo acusan de romper la ley, lo acusan de estar poseído, y más adelante, cuando confiese que es el Hijo de Dios, lo van a acusar por blasfemar.

Pero Jesús no estaba ni loco ni poseído. Él había venido para hacer la voluntad de su Padre celestial. Y si para hacerlo tenía que soportar burlas, ataques o críticas, estaba dispuesto a soportarlo. Jesús no iba a permitir que esos comentarios afectaran su misión.

A nosotros también nos ataca Satanás por causa de nuestra fe. A veces sufrimos la burla de otras personas, incluyendo miembros de nuestra propia familia y amigos. Pero Jesús ya venció al diablo. Entonces, cuando eso nos suceda, podemos permanecer firmes en la fe, confiando en que él va a proteger nuestro corazón y fortalecer nuestra fe.

Señor Jesús fortalece mi fe en los días de adversidad. Amén.

Para reflexionar:
* ¿Cómo reaccionas cuando alguien se burla de ti por tu fe?
* ¿De qué manera te ha ayudado Dios en esos momentos?

Cristian Morales

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