ALIMENTO DIARIO

  • "Un mal negocio"


  • octubre 29, 2008
  • ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? Mateo 16:26¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? Mateo 16:26


  • Hay cosas en la vida que son un mal negocio.

    Eso es lo que Jesús estaba diciendo en el texto que usamos para la devoción de hoy. Él quería que sus seguidores supieran que, si se esforzaban por acumular todos los bienes posibles en esta tierra, pero en el proceso perdían la vida, estaban haciendo un mal negocio.

    En eso pensé cuando leí un artículo que la CNN publicó la semana pasada sobre el robo de cobre en este país. La historia hablaba de cómo alguien había robado cables de cobre avaluados en $100 de un campo de deportes para niños en la ciudad de Gwinnett, Georgia.

    Para reparar el daño causado por ese robo, se necesitan $8,500. No sólo eso, sino que todos los partidos de fútbol que se juegan a la noche, temporalmente tuvieron que ser trasladados a Tucker, una ciudad cercana.

    Esos arreglos parecían marchar bastante bien hasta que alguien, quizás la misma persona, robó los cables de cobre de las canchas de fútbol de Tucker.

    ¿Incidentes aislados? Lamentablemente no. Recientemente, ladrones de cobre fueron los culpables de que pacientes con cáncer no pudieran recibir sus tratamientos de radiación en una clínica en Vista, California, y, hace algunas semanas, también ladrones de cobre dejaron un vecindario entero de Ohio sin electricidad.

    La policía dice que la mayoría de estos robos está relacionada con drogas. Jesús dice: ¿De qué le sirve al hombre poder robar todo el cobre del mundo, si pierde su vida? La respuesta a la pregunta de Jesús es obvia: tal persona no gana nada, sino que pierde mucho. Ha hecho un mal negocio.

    Aún así, las noticias están llenas de personas que sacrifican sus almas por involucrarse en malos negocios. Las drogas, el juego, la pornografía, el poder, la ambición, y un montón de cosas más que producen un placer pasajero, todos prometen mucho.

    Prometen mucho, pero dan poco, pues son malos negocios.

    En contraste con los negocios malos del mundo, los seguidores de Jesús han sido encomendados la tarea de compartir la historia de salvación del Salvador con un mundo pecador y moribundo.

    Y no estamos hablando de hacer un `buen negocio`. Estamos hablando del regalo de amor de Dios que viene a nosotros desde el pesebre en Belén, de la cruz de Jerusalén, y de la tumba prestada, y vacía.

    ORACIÓN: Querido Señor Jesús, te doy gracias por darme perdón y paz, y por abrirme el cielo. Haz que, junto con todos tus seguidores, seamos testigos fieles tuyos para que más y más personas se aparten de los «malos negocios» que ofrece este mundo y se acerquen a ti. En tu nombre. Amén.