ALIMENTO DIARIO

  • "Una nación santa"


  • noviembre 28, 2008
  • Ocozías, hijo de Acab, ascendió al trono de Israel... Pero hizo lo que ofende al Señor, porque anduvo en los caminos de su padre y de su madre, y en los caminos de Jeroboán, hijo de Nabat, que hizo que Israel pecara. 1 Reyes 22:51a-52Ocozías, hijo de Acab, ascendió al trono de Israel... Pero hizo lo que ofende al Señor, porque anduvo en los caminos de su padre y de su madre, y en los caminos de Jeroboán, hijo de Nabat, que hizo que Israel pecara. 1 Reyes 22:51a-52


  • Queridos hermanos en Cristo:

    La historia de la salvación en Jesucristo llega a todo el mundo. Para que los lectores de estas Devociones Diarias puedan ver el poder del Salvador a nivel mundial, hemos pedido a nuestras Oficinas Internacionales que escriban las devociones de los viernes. Oramos para que el Espíritu toque su corazón a través de ellas.

    En Cristo,

    Pastor Ken Klaus,
    Orador The Lutheran Hour
    Cristo Para Todas Las Naciones

    A veces todo tiene que ver con la forma en que fuimos criados. Permítame contarle la historia de dos familias muy diferentes.

    El padre de la primer familia tenía fama de ser muy malo. La gente le temía tanto, que le habían puesto el sobrenombre de «hombre malo». Cuando murió, el hijo mayor ocupó su lugar, y fue aún más malo y corrupto que su padre. Muy pronto, todos lo conocían como «el hijo mayor del hombre malo». Al igual que su padre, vivió y murió miserablemente, y nadie lamentó su muerte.

    El padre de la segunda familia era un policía que luchaba contra todo tipo de corrupción. Una mañana, después de la devoción familiar, le dijo a su hijo que se pusiera sus sandalias. Mientras la familia observaba, el joven se las calzó. Entonces el padre le dijo: «Sigue mis pasos, así como yo he seguido con fe los pasos de Jesucristo, nuestro Salvador.». Y, tras haber dicho esas palabras, el hombre falleció. El hijo de ese hombre ha mantenido la fe hasta el día de hoy así como su padre se lo enseñó y se lo pidió, y actualmente sirve como voluntario en el ministerio de Cristo Para Todas Las Naciones en Nigeria.

    La Escritura de hoy nos dice que el Rey Ocozías hizo cosas que ofenden a Dios, al igual que su padre Acab, quien reinó antes que él. La verdad es que son muchas las personas que sufren en la vida por seguir los pasos de sus padres. Hay quienes crecen viendo a sus padres pelear todo el tiempo, o sufriendo abusos verbales o emocionales, y cuando crecen repiten las mismas conductas.

    Pero eso no es lo que Dios espera de nosotros. Él quiere que vivamos vidas responsables y rectas. Como cristianos nos alegramos porque a través de la fe en la obra salvadora de Jesús somos una nueva creación. Esa razón es más que suficiente para ser agradecidos y vivir nuestras vidas en forma honorable y humilde en servicio a nuestro Señor y Salvador.

    Pedro entendía bien lo especial que es ser amado por Dios: «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2:9).

    Sigamos en los pasos de nuestro bendito Salvador que está sentado a la diestra de Dios el Padre todopoderoso.

    ORACIÓN: Señor Jesús, con tu poder mantennos como una nación santa para tu gloria ahora y para siempre. Amén.

    Biografía del autor: Esta devoción fue escrita por un voluntario de Cristo Para Todas Las Naciones en Nigeria. A través de talleres, cursos bíblicos por correspondencia, visitas a hospitales y prisiones, el mensaje del amor de Dios es compartido en esta nación de 130 millones de habitantes en África Occidental.

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