ALIMENTO DIARIO

  • "Ventanas sucias"


  • febrero 27, 2011
  • ... saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. Mateo 7:5... saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. Mateo 7:5


  • Las casas estaban muy cerca la una de la otra.

    Aun cuando Adriana todavía no conocía en persona a su nueva vecina, ya sabía mucho sobre ella. Es que las casas estaban tan cerca, y ubicadas de tal manera, que Adriana podía ver a través de las ventanas.

    Así había descubierto a qué hora su vecina se levantaba, y sabía que cada tarde se sentaba a coser. También sabía que no era muy limpia, por los vidrios de las ventanas estaban tan sucios, que las imágenes que veía eran borrosas.

    Un día soleado, Adriana decidió dar el ejemplo, y ponerse a limpiar su casa, incluyendo las ventanas. Cuando terminó, se sentó al lado de la ventana del comedor para descansar un poco y admirar el trabajo que había hecho.

    Grande fue su asombro cuando, con mucha claridad, pudo ver a su vecina sentada en su lugar de siempre, cociendo como todas las tardes. «Me alegro que finalmente haya lavado los vidrios de las ventanas», se dijo a sí misma.

    No es necesario que diga que las ventanas que estaban sucias eran las de Adriana, no las de la vecina, ¿verdad?

    Si bien esa historia no es verídica, en un área u otra, la mayoría de nosotros somos como Adriana: pensamos que es el otro el que tiene las ventanas sucias, cuando en realidad somos nosotros.

    Generalmente, cuando juzgamos a los demás, estamos equivocados. Es por ello que necesitamos un Salvador… una razón más por la cual nuestra oración diaria debería ser: «Señor, ten misericordia de mí, pecador». Gracias a Dios él es misericordioso, y gracias a Jesús tenemos perdón y la oportunidad y posibilidad de cambiar.

    ORACIÓN: Padre celestial, ayúdanos a conceder a los demás el beneficio de la duda. Enséñanos a no juzgar a los demás, sino a pensar lo mejor de ellos, cuidando de no ser nosotros los que erramos. En el nombre de tu Hijo. Amén.

    De una devoción escrita originalmente para «By the Way»

    © Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones