ALIMENTO DIARIO

  • "Viviendo por fe"


  • noviembre 4, 2008
  • De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: "El justo vivirá por la fe". Romanos 1:17De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: "El justo vivirá por la fe". Romanos 1:17


  • De acuerdo a su hijo, Samuel Show era un hombre correcto que había sido castigado sin motivo.

    En 1944, hace 64 años, Samuel Show fue llevado a la corte marcial por haber formado parte de una revuelta que culminó con el linchamiento de un prisionero de guerra italiano. Snow fue condenado a la cárcel por más de un año, y luego dado de baja del ejército en forma deshonrosa.

    El año pasado, la junta del ejército que se encarga de revisar los registros militares dictó que la condena de Snow debía ser revocada, al igual que el haber sido dado de baja del ejército con deshonores, y que se le debía pagar el salario correspondiente a los meses que había estado en prisión.

    Samuel Snow recibió todas estas noticias en el mes de julio. Unas pocas horas después de saber que se lo había declarado inocente de ese crimen, falleció.

    Su hijo dijo: «Mi padre siempre creyó que esto podía suceder». Hablando de cosas espirituales, San Pablo escribió, bajo la inspiración del Espíritu Santo, algo parecido: «El justo por su fe vivirá».

    La única diferencia entre Samuel Snow y nosotros es que nosotros somos culpables.

    Nosotros merecemos ser condenados porque hemos cometido pecados con nuestros pensamientos, palabras, y acciones. La única razón por la cual hemos sido declarados inocentes de todo lo que hemos hecho y hacemos mal es porque Jesucristo ha tomado nuestro lugar bajo la ley y ha recibido el castigo que nosotros merecíamos.

    Por lo que Jesús hizo por nosotros es que ahora podemos vivir por fe.

    Ahora somos libres de compartir con otros las buenas noticias de la salvación. Podemos decirles que el pecado se paga con la muerte, pero que el regalo de Dios es vida eterna a través de nuestro Salvador.

    Esas son las buenas noticias que tenemos que compartir con ellos antes de que mueran, pues con fe en Jesús, la corte celestial nos ha declarado inocentes.

    ORACIÓN: Querido Señor Jesús, gracias por haber cargado con mi culpa para que pueda ser salvo. Ayúdame a vivir por fe y a compartir con los demás el perdón que tú les ofreces. En tu nombre. Amén.