ALIMENTO DIARIO

  • "Ya Dios te los dio"


  • abril 3, 2024
  • Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. Les pido que la reciban en el Señor, como merecen ser recibidos los santos, y que la ayuden en cualquier cosa que necesite de ustedes, porque ha ayudado a muchos, y también a mí mismo. Saluden a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que arriesgaron su vida por mí. Tanto yo como todas las iglesias de los no judíos les estamos muy agradecidos... Salúdense unos a otros con un beso santo. Todas las iglesias en Cristo los saludan (Romanos 16:1-4, 16).Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. Les pido que la reciban en el Señor, como merecen ser recibidos los santos, y que la ayuden en cualquier cosa que necesite de ustedes, porque ha ayudado a muchos, y también a mí mismo. Saluden a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que arriesgaron su vida por mí. Tanto yo como todas las iglesias de los no judíos les estamos muy agradecidos... Salúdense unos a otros con un beso santo. Todas las iglesias en Cristo los saludan (Romanos 16:1-4, 16).


  • Desde que mis hijos aprendieron a manejar, creo que no he vuelto a hacer compras en el supermercado. Sencillamente les doy las llaves del carro, mi tarjeta de banco y les mando a comprar lo que se necesita en casa.

    Dios nos ha llamado a una misión grande: compartir su salvación con el mundo. Eso suena aterrador a veces. Pero Él también nos ha dado todo lo que necesitamos: nos dio a Cristo para rescatarnos y, junto con él, nos dio las personas con quienes vamos a contar en nuestro camino de fe y misión. Dios nunca nos enviaría al supermercado sin dinero.

    Pablo menciona en Romanos 16 un grupo de por lo menos 26 colaboradores en su ministerio. Él no caminaba solo, y nos anima a nosotros a hacer lo mismo.

    En nuestro caminar de fe no necesitamos aterrarnos. Así como yo no enviaría a mi hijo al supermercado sin dinero para pagar, así tampoco Dios nos envía a su misión para que andemos solos. Ya él nos dio a nuestros compañeros de milicia. Cada miembro de la iglesia, cada persona de nuestro círculo social tiene un papel esencial en nuestra vida. ¡No perdamos la oportunidad de conocerlos y caminar junto a ellos mientras cumplimos nuestra misión de vida!

    Señor, gracias por proveernos con las personas necesarias para caminar junto a nosotros y ayudarnos a cumplir la misión que nos has encomendado. Enséñanos a ver la importancia y el valor de apoyarnos mutuamente, y ayúdanos para que recibamos con gratitud y valentía a nuestros hermanos en la fe, reconociendo que cada uno tiene un papel esencial en tu plan divino. Amén.

    Para reflexionar:
    * ¿Cómo puedes reconocer y agradecer a las personas que han sido colaboradores valiosos en tu caminar de fe?
    * Medita hoy en la bendición que es saber que Dios ya ha provisto todo lo que necesitas, incluyendo a las personas con habilidades y dones específicos para trabajar junto a ti en la misión que Él te ha encomendado.

    Diaconisa Noemí Guerra


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